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DAVID GISTAU EL SUPLEMENTO cultural de El País publicó un viejo texto de Burgess en el que, entre otras reflexiones interesantes, el novelista advertía de lo agotadora que puede ser la libertad individual, que obliga a tomar decisiones constantemente. Y de cuán cómodo resulta integrarse en una estructura que asume ese esfuerzo por ti.

Burgess hizo el descubrimiento al ingresar en el ejército, que le reguló hasta el tránsito intestinal. Pero esta sensación relajante, de delegación del albedrío a una potencia superior e infalible, que también ha de percibirse al entrar en un partido político, es asimismo la principal tentación a la que se enfrenta cada día el escritor de periódicos al que, en principio, una columna ha otorgado un margen de libertad individual. No me negarán que es más confortable olfatear por dónde van el jefe y los editoriales y limitarse después a aportar léxico.

Pero este seguidismo también puede ser agotador. Pensemos en Carme(n) Chacón, con su ene de quita y pon. El articulista descubre una mañana que Chacón se asoma a la portada en su modalidad almeriense, convertida por el periódico en rompeolas de todas las secesiones. Bien está, como diría Arcadi. Dados los síntomas de colapso inminente de Rubalcaba, Chacón ha hecho el cálculo de que le conviene más apostar por Ferraz, así sea contribuyendo a hundir las posibilidades electorales del PSC. Por lo tanto, toca oscilar hacia Almería. Pero al articulista lo desconcierta el periódico. ¿No habíamos quedado en que Chacón, en la época del Tripartito, fue cómplice de la fusión entre izquierda y nacionalismo que declaró cuestionable la nación, dejó huérfana en Cataluña a la izquierda españolista y sembró un problema que ha estallado ahora? ¿Admitimos sin más la pirueta de reinvención? Lo mismo puede decirse de las posibilidades de Chacón como regeneradora del PSOE. ¿No habíamos quedado en que el zapaterismo, fuera del cual Chacón es inexplicable, ha sido la mayor desgracia destructiva sufrida por el país y el partido? ¿Y es al delfín de Zapatero a quien ahora hay que encomendar todas las refundaciones del porvenir?

Anulo mi artículo si esto resulta ser una astuta maniobra para colocar en el PSOE a alguien que postergue veinte años cualquier posibilidad de volver a ganar. Pero, mientras, créanme. En el ejército no sé, pero en el periódico es más descansado tomar uno sus propias decisiones.

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