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JULIÁN RUIZ | Londres

Un hotel en Londres. Mick Jagger en el alambre del artista que quiere conquistarte o que seas su presa para abrazarte a su nuevo producto. Una multiplicación de deseos. Superheavy y su disco recién lanzado son, simplemente, la venganza de Mick Jagger a la apóstata autobiografía de Keith Richards. Un grupo tan iconoclasta, tan anacrónico, que parece un disparate. Se puede considerar que es una especie de liberación de la dictadura que suelen ejercer en él los Rolling Stones. Éste es su sexto proyecto externo, incluidos cuatro álbumes en solitario. P.- ¿Tanto poder de convicción tiene sobre ti Dave Stewart, el viejo líder de Eurythmics, para crear y formar un nuevo grupo?

R.- Dave y yo ya habíamos trabajado juntos en otros proyectos. Por ejemplo, en la banda sonora de Alfie, donde también participaba Joss Stone. Su idea de formar un grupo ecléctico me sedujo desde un primer momento.

P.- ¿Cuando empezasteis a grabar realmente?

R.- En realidad, es casi un viejo proyecto. Fue a comienzos del año pasado. Quedamos citados en un estudio de Hollywood. Si te digo la verdad, no teníamos nada planeado. Absolutamente nada. Tampoco sabíamos lo que íbamos a hacer. Pero todos aportábamos algunas ideas, algo que ya teníamos escrito de antemano. Cualquier cosa podía valer.

P.- Creo que grababais con el grupo de Damian, el hijo de Bob Marley. ¿Cierto?

R.- Bueno, yo también tocaba guitarra en ciertas partes. Como Rahman, que estaba al frente de una serie de teclados. Y Dave Stewart, que era algo así como el director de orquesta.

P.- Pero habría un sistema para grabar. ¿Tampoco?

R.- El sistema era que Dave podía empezar con unos acordes, Joss le seguía con una melodía, yo mismo con otra. Pero grabábamos muy rápido, muy rápido. Como en los viejos tiempos, como si fuera una jam session. Cuando más o menos considerábamos que habíamos desarrollado una canción o que la toma estaba más o menos decente, aparecíamos en el control del estudio, escuchábamos y modificábamos lo que no nos interesaba. Había canciones que duraban más de 10 minutos.

P.- Es decir, la anarquía en el país de la música...

R.- No, no lo sé. Pero era muy fácil, muy divertido. Era como pintar con libertad en una enorme pared blanca. Francamente creativo y libre. No sólo era reggae el estilo único. A. R. Rahman contrapone su sexto sentido de la música tradicional hindú con el pop. En cada canción había 20 ideas distintas.

P.- ¿Te lo has pasado como nunca antes en tu carrera?

R.- Desde luego, grabar con Superheavy ha sido mucho más divertido que pasar por la dictadura y la disciplina de los Rolling Stones. Ha sido mucho más divertido. Además, es maravilloso no sentir la presión de ser el cantante del grupo. Joss es muy rápida y canta muy bien. A. R. Rahman también es un interesante cantante y Damian Marley es otro estilo que se contrapone a todos los demás. Uno tenía sus partes, pero no era el insoportable cantante solista.

P.- Pero supongo que no todas tus voces salieron de las improvisaciones, ¿no?

P.- No, pero valieron muchas de ellas. Luego, por supuesto, meses después grabé algunas voces nuevas, algunos coros, cosas así.

P.- Ya sé, ya sé que el estilo de Superheavy es indefinible. ¿Podéis defenderlo en directo?

R.- ¿Y por qué no? Todos nos hemos beneficiado de las ideas de los otros. Nadie quería imponerse sobre el otro. Sólo se trabajaba para que cualquier canción mejorase. Así que hemos firmado todos en muchas canciones. Eso es imposible en los Stones.

P.- Háblame de tus compañeros del grupo. Empecemos por la bella Joss Stone.

R.- Bueno, la más joven del grupo, la más inquieta, las más abierta generacionalmente a cualquier estilo. Pero lo que es gracioso es que su cantante favorita sea Aretha Franklin, en el viejo estilo. Joss es muy rápida para inventarse cualquier melodía. Muy rápida, muy ingeniosa.

P.- Uno siente admiración por A. R. Rahman. Sobre todo, desde su maravillosa banda sonora de la película 'Slumdog Millonaire'. ¿Cómo es A. R.?

R.- Lo más curioso del caso es que A. R. Rahman no había estado en un grupo desde los tiempos de la high school. Así que en Superheavy ha vuelto a sentirse como un niño. Musicalmente es muy creativo. Tiene maravillosas ideas en armonía.

P.- ¿Y el hijo de Bob Marley?

R.- Damian sabe perfectamente mi gusto y mi amor por el reggae. Se sabe de memoria la versión que hice con el amigo de su padre, el cantante Peter Tosh, que nosotros fichamos para Rolling Stones Records.

P.- Y finalmente: ¿Dave Stewart?

R.- Dave y yo llevamos ya bastante tiempo componiendo juntos. Era mi vecino en la casa que tenía en la Costa azul francesa y ya me ayudó muchísimo en mi segundo álbum en solitario. Hace unos pocos años grabamos la banda sonora del remake de Alfie y nos dieron un Globo de Oro por la canción Old habits die hard. Nos compenetramos bien y nos entendemos muy bien. Eso lo hace fácil. Él fue el impulsor de la idea del disco e incluso me dijo muy serio que no quería que yo fuese el líder y el cantante de la banda, que tan sólo fuera uno más. Creo que le hecho caso.

P.- Bueno, pasemos a la historia más dura. ya sé que no quieres hablar mucho de los Rolling Stones. Pero, de una vez por todas, ¿se va a producir la gira de los Stones, con motivo de sus 50 años de existencia?

R.- Pues no lo sé. No lo sé, para ser honesto. Como bien sabes tuvimos una reunión los cuatro hace unos días en Londres. Hablamos, discutimos, pero no llegamos a un acuerdo.

P.- ¿Se han acabado los Stones?

R.- No, nada de eso. Hasta hace unas semanas he estado trabajando muy duro en una nueva reedición del album Some Girls, uno de nuestros grandes álbumes, donde estaban Miss you, Beast of burden y Waiting on a friend. He recuperado algunos temas que incluimos, hemos retocado algunas cosas y hemos preparado un DVD con una de nuestras actuaciones en Texas, en el tiempo de la gira de Some Girls. Todo eso aparece en noviembre. Así que yo sigo trabajando en los Stones.

P.- ¿Es cierto que has hecho algunas canciones con Charlie Watts?

R.- Bueno, algunos blues de 12 compases. Nada serio. Lo que no sé es si volveré a trabajar con Keith Richards. No lo sé.

P.- Insisto: ¿hay posibilidades de volver a ver a los Stones encima de un escenario?

R.- Repito que está en consideración. Puede ser que sí. No discuto esa posibilidad. Pero también es posible que para celebrar los 50 años de los Stones me veais saliendo de una inmensa tarta vestido de mujer. No sé.

P.- ¿No quieres volver a hablar sobre el libro de Keith?

R.- Perdona, no.

(Mi impresión es que Mick Jagger volverá a tocar con los Rolling Stones en la puñetera gira del 50º aniversario de la banda. La fuerza del dinero es más poderosa. Y, además, como una vez me dijo él mismo: «Los fans de los Stones son autenticos dictadores, más que Franco. No te permiten hacer algo fuera del grupo». Tiene razón).

P.- ¿Volverá a la pantalla grande?

R.- Existe esa posibilidad. Se trata de una vieja idea mía, que más o menos ya se la había sugerido a Martin Scorsese. Se llama Tabloid. El guión ya está escrito por Josh Olson. Es la historia que pesa sobre un gran empresario de la comunicación, una figura demoniaca que lleva a una joven periodista a las cloacas de la vida. Veremos si Paramount compra la idea.

P.- ¿Y qué pasa con 'Ruby Tuesday', la película de dibujos animados, con una historia basada en las canciones de los Stones?

R.- Eso lleva un proceso muy lento. No sé en que parte estamos realmente, pero seguimos adelante con el proyecto.

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