Tu Mundo
EDUARDO J. CASTELAO
Ya no es hijo de su padre, en el ruedo entiéndase. Plaza que toca, plaza que vuelca. Indultó a ‘Arrojado’ en La Maestranza tras un invierno en el quirófano y esta tarde, en El Puerto, hay mano a mano con Morante. El torero de Twitter es impaciente, cabezota y obsesivo. Lo dice él.
P.– Indígnese y cuelgue un cartel en su tienda de campaña. R.– Que no se descuide tanto al ser humano, porque eso sí que es inhumano.
Amanece el maestro a la una y no sale de la habitación ni para ver el mar por la ventana. Una bañera y 10 kilos de manzanas para la foto. «¡Ah, por el apellido!». Sí, señor Manzanares, joven (1981) okupa de lo alto del escalafón. Rompió Valencia, indultó en Sevilla, lo nunca visto, y salió por la Grande de Las Ventas. Vaqueros y camisa abierta. Ni un pelo de tonto. Coqueto. Pasadas las fotos, pantalón corto y sin camiseta. Un par de tatoos. Envidia de muchas. Se siente.
Pregunta.– ¿A quién le cortaría dos orejas? Respuesta.– [Se lo piensa mucho]. A nadie... No, no, a nadie.
P.– ¿Y el rabo? R.– Tampoco. Indultaría a mucha gente, pero el rabo...
P.– ¿A quién indultaría? R.– A mi madre y a mi mujer, que siempre me aguantan, soportando mis cambios de humor.
P.– Si el toreo es un arte, ¿en qué se parece una faena a Las Meninas? R.– No lo sé exactamente, pero sí que el toreo es un arte. Pero el torero debe expresar sus sentimientos ante muchas dificultades, ante un enemigo que te quiere coger... Es un arte con muchas complicaciones.
P.– Zapatero necesita un capote. ¿se lo echa para el 20-N? R.– Por España lo haría. Todo lo que sea mejorar nuestro país y que sea bueno para los españoles... Por España le echaría un capote a quien sea, a Zapatero también. Pero no me gusta la política.
P.– ¿Hay triunfos sin la izquierda? R.– El triunfo viene cuando tú te sobrepones a las dificultades del toro y con eso emocionas al público. Si no embiste por la izquierda, debes enseñarle a la gente que por ahí no sirve. Si una faena es de triunfo, aunque no uses la izquierda porque no has podido, claro que vale.
P.– ¿Hay gayolas sin puerta? R.– [Risas]. Sí hombre, ¡muchas!
P.– ¿Sus toros utilizan aftershave? R.– No, y de hecho alguno huele muy mal. Ellos no se afeitan, no tienen que cuidar su imagen.
P.– ¿Le gustan todos los pitones? R.– No, no, no... Con respecto al toro... Bueno, en general no.
P.– A las salidas del callejón, ¿cómo se las quita del medio? R.– Intento ser amable con todo el mundo. Para mí los seguidores y la gente que rodea al mundo del toro son importantísimos. Intento atenderlos como ellos se merecen. Y no me cuesta nada.
P.– ¿Un metisaca siempre es un fracaso? R.– No, no tiene porqué... [Risas]. Hay veces que resulta inteligente.
P.– ¿Y en la plaza? R.– En la plaza siempre sería sinónimo de que has fallado.
P.– ¿A usted no le tiran bragas y sujetadores? R.– Un sujetador una vez, y lo devolví porque no era de mi talla.
P.– ¿Algún orgasmo en la plaza? R.– No... O sea, emocional sí, muchos. Y de que se me ponga la piel de gallina también.
P.– ¿Lleva pilas el traje de luces? R.– Lleva bastantes, la verdad. Y son recargables, porque con el paso de la temporada esas pilas se van gastando. La forma de recargarlas es estando con la gente que quiero.
P.– ¿Tiene comprados a los Núñez del Cuvillo? Casi todos los triunfos son con esa ganadería. Sospechoso. R.– No. Todas las ganaderías tienen ciclos. Y ellos están en un momento extraordinario. Es un toro bravo, que se entrega, que te permite expresar lo que llevas dentro. Es un toro complicado, no es fácil de torear... Arrojado en Sevilla fue para mí uno de los mejores toros que me han tocado en mi vida.
P.– ¿Qué sintió ante el indultado? R.– Muchas cosas. Yo sentía alegría, era feliz, era el primer toro que me permitía olvidarme de la técnica. Era bravo, sabía que me podía coger, pero llega un momento en que la conexión entre toro y torero es tan grande que te da igual que te pase cerca, que se quede corto... Lo físico queda en un segundo plano.
P.– ¿Y cómo le va la vida? A Arrojado, quiero decir. R.– Pues he ido a verlo y está muy bien, con 40 vacas para él solo.
P.– ¿Les habla a los toros? R.– Sí, sí, mucho. Al bueno suelo darle las gracias, y al malo le digo: ‘ayúdame un poquito, anda’. Y a varios: ‘me cago en tu padre, cabrón’.
P.– ¿Matador es igual que asesino? R.– No no, para nada
P.– Hay gente que no piensa eso. R.– Es un problema de dárselo a conocer a la gente que no lo conoce. Tienen una idea equivocada. Piensan que somos asesinos, que es un maltrato animal. Hay que enseñar que no, porque el mundo de los toros no sólo es lo que ocurre en el ruedo. Hay que saber lo que pasa en el campo, antes de la corrida... La cantidad de valores que hay que tener para poder estar a gusto delante de un toro: paciencia, perseverancia, sacrificio, superación, pureza...
P.– Parece que habla de una secta. R.– Sí, puede ser. Es muy tradicional. Puede que sea un mundo antiguo. Yo siempre estoy luchando porque se modernice, porque es la única manera de evolucionar.
P.– Seamos claros. Muchos aficionados dicen que los intercambios en Twitter entre usted, Talavante y otros son «mariconadas». R.– Sí lo dicen. Bueno, si lo quieren ver así... Es un ejemplo de compañerismo. En el ruedo siempre intentamos quedar por encima, pero si yo quiero ser cariñoso con un compañero, darle la enhorabuena, no tengo por qué ser maricón.
P.– El G-10 suena a reunión de ministros o algo peor. R.– Somos los toreros de la parte alta del escalafón, los 10 más importantes, que nos juntamos para unirnos en beneficio de la fiesta.
P.– ¿José Tomás es algo más que un torero? R.– De José Tomás admiro su filosofía ante el mundo del toro, su manera de entenderlo, cómo siente las cosas al torear.
P.– ¡Usted empezó veterinaria! R.– No conozco ningún torero que no ame a los animales. Yo duermo con tres perros.
P.– ¿Y su señora qué dice? R.– Bueno, hay veces que hasta ella se tiene que ir de la cama.
P.– ¿Manzanas verdes o rojas? R.– Me gustan todas, pero prefiero las rojas. Es mi color. Rojo pasión.
P.– ¿Es usted machista? R.– Quizá antes, cuando era joven. El mundo del toro es un poco machista y, cuando no tienes capacidad de decisión, te dejas llevar por lo que pasa a tu alrededor. Pero ya no lo soy. Fui machista sin conocimiento.
P.– Si en Las Ventas juegan al tenis, ¿por qué no torear en el Bernabéu? R.– Porque no tiene magia.
P.– ¿Lo dice porque es del Barça? R.– No. En el Camp Nou tampoco. Ahí sólo tienen magia los jugadores.
Abónese a El Mundo en Orbyt
¡Disfrute en Orbyt desde tu iPhone!.
Descargue la aplicación gratis.
Entre en Orbyt desde si iPad en cualquier momento y en cualquier lugar.
Aplicación gratuíta en Apple Store.
Orbyt ahora también le mantiene informado desde su Blackberry
Aplicación gratuíta en App Word.